Crece demanda de productos ecológicos en Alemania, pero no la producción

Las ventas de alimentos ecológicos en Alemania crecieron un 8 % en 2025, con más de 18.000 millones de euros (21.000 millones de dólares), pero la producción ecológica sigue estancada, de forma que no cubre la demanda.

Según datos preliminares de 2025 incluidos en un informe de la Asociación Alemana de Agricultores al que tuvo acceso dpa, los consumidores vuelven a gastar más en alimentos ecológicos.

El mercado se recupera gradualmente desde 2022, cuando la inflación disuadió a muchos compradores de asumir el mayor coste de estos productos. Los consumidores compran principalmente las marcas ecológicas propias de las grandes cadenas minoristas.

En cuanto a los puntos de venta, las tiendas especializadas en productos naturales, los supermercados y las droguerías informaron de un repunte en las ventas de productos ecológicos tras un prolongado período de estancamiento.

No obstante, la agricultura ecológica no logra seguir el ritmo de la creciente demanda, según el informe de la asociación de agricultores, que indica que el paso a producir según estándares ecológicos solo ocurre de forma gradual.

Los datos del Ministerio de Agricultura indican que apenas hubo un crecimiento marginal de la superficie dedicada a la agricultura ecológica: el 11,5 % de las tierras agrícolas se utiliza para productos ecológicos, frente al 11,4 % en 2023.

El anterior gobierno había fijado un objetivo del 30 % para 2030. Sin embargo, el número de explotaciones ecológicas cayó un 2,2 % el año pasado, hasta 35.881, y su cuota total se sitúa ahora en solo el 14,1 %.

Esto significa que, a comienzos de año, existe el riesgo de que la oferta de alimentos ecológicos no alcance a cubrir la demanda, con la posibilidad de que los minoristas solo puedan satisfacerla mediante importaciones, advirtió la asociación.

En general, para los agricultores es una cuestión de cálculo económico decidir si pasan a la agricultura ecológica, que tiene mayores costes. Por ejemplo, el esfuerzo necesario para el laboreo mecánico del suelo es mayor, lo que incrementa los costes de combustible para los tractores.