Gastronomía

Secar, romper y conectar: el cultivo ecológico de nueces en Alemania

18.11.2025, 12:06

Por Anja Sokolow (dpa)

Vivian Böllersen apuesta por el cultivo ecológico de nueces en Alemania, lo que no solo aporta ideas frescas a la agricultura, sino también ingredientes regionales a la mesa navideña.

Su granja de nueces en Herzberg, al norte de Berlín, es más que una simple explotación agrícola. Böllersen apoya la investigación y es una experta en redes. 

En estos momentos hay mucho ajetreo dentro y fuera del granero reformado: en una gran centrifugadora se acaba de lavar un cargamento de nueces.

Al lado, en una caja metálica de un metro de altura, hay nueces en varios niveles que se están secando. La máquina para romper nueces, importada de Francia, es el corazón de la empresa.

"Romper nueces es especialmente complicado, ya que tienen una pared intermedia en su interior", explica la empresaria mientras se encuentra en la cadena de trabajo y separa a mano los restos de cáscara. 

Calefacción con cáscaras de nuez

La nuez debe romperse una vez y, a continuación, girarse mecánicamente para que se desprenda la pared intermedia. Al final, las nueces caen a través de una rejilla y se clasifican por tamaño para venderlas crudas o confitadas, o para procesarlas y convertirlas en puré y aceite.

Además, hay que preparar los paquetes para los clientes de la tienda online, lo que supone mucho trabajo. "Cerca de un tercio de nuestra facturación anual la obtenemos en los dos últimos meses del año", afirma Böllersen, que cuenta con ocho empleadas, entre las que también hay trabajadoras a tiempo parcial.

En la sala de calefacción, en la parte trasera del granero, se apilan sacos llenos de cáscaras de nueces. "Procesamos 15 toneladas de nueces al año, lo que supone una cantidad considerable", afirma la mujer, de 37 años.

Calentar con cáscaras forma parte del concepto ecológico, explica Böllersen, que estudió agricultura ecológica y comercialización y gestión agroecológica en la ciudad alemana de Eberswalde. Fue entonces cuando surgió la idea de negocio.

De los estudios a las nueces

"Me preguntaba por qué no se encontraban nueces alemanas en los supermercados", cuenta Böllersen. La gran mayoría de las nueces que se consumen en Alemania, alrededor de 31.000 toneladas, se importó de Estados Unidos en 2024, según datos de la Oficina Federal de Estadística.

También se importa nueces de Brasil, los Países Bajos, Francia y China. Las estadísticas no disponen de datos sobre la cantidad producida en Alemania, solo sobre la superficie cultivada. 

En su tesis de la maestría, Vivian Böllersen se centró en el potencial del cultivo de nueces en Alemania y llegó a la conclusión de que existe un enorme potencial que hasta ahora muy pocos agricultores aprovechan.

Según los últimos datos de la Oficina Federal de Estadística, en 2022 los agricultores cultivaron nueces en 533 explotaciones con una superficie de 734 hectáreas. Cinco años antes, eran 497 explotaciones y una superficie de 291 hectáreas. Sin embargo, solo se contabilizaron las explotaciones con una superficie mínima de media hectárea de árboles frutales. 

Primeras plantaciones y rendimientos crecientes

Tras terminar sus estudios, hace unos diez años, Böllersen plantó su primera superficie. Los árboles aún son jóvenes, pero el tamaño de las copas promete las primeras cosechas en breve.

"Si el año que viene no hay heladas, quizá tenga las primeras cajas llenas", afirma Böllersen. En unas 4,5 hectáreas de pastizales hay 200 nogales. Sin embargo, según la empresaria, solo producen rendimientos significativos a partir de los 20 años. 

De forma paralela, cultiva una plantación de nogales de unos 40 años en Sajonia-Anhalt. "También compro a empresas amigas y a particulares, en cualquier lugar donde haya demasiadas nueces", explica.