Región alemana del Ruhr se prepara para el cambio climático

En las paredes exteriores y en el tejado de una de las mayores plantas de incineración de residuos en la localidad de Oberhausen, en el oeste de Alemania, crecen ahora plantas que almacenan agua y refrescan la zona mediante el sistema de refrigeración por evaporación.

Por su parte, junto a un concurrido cruce en la ciudad de Dinslaken, en la región del Ruhr, se encuentra una cuenca de drenaje de 300 metros cuadrados con canalización subterránea que en el futuro evitará las inundaciones durante las fuertes lluvias.

Estos son dos ejemplos de un proyecto a gran escala llevado adelante por la región del Ruhr, en el oeste de Alemania, para tratar de ponerse al día con el cambio climático.

Esta región, también conocida como cuenca minera del Ruhr en el estado federado de Renania del Norte-Wesrtfalia, es una de las áreas metropolitanas más pobladas del país.

Con un presupuesto inicial de 250 millones de euros (263 millones de dólares) hasta el año 2030, 16 ayuntamientos unieron sus fuerzas para conformar la denominada "Iniciativa Clima. Trabajo Futuro".

"No podemos evitar el cambio climático con las lluvias torrenciales y la sequía. Por eso, tenemos que reformar nuestras ciudades", señala el jefe de la cooperativa y exalcalde de la localidad de Herten, Uli Paetzel.

Asimismo, subraya que este cambio no puede realizarse con proyectos piloto aislados y un financiamiento de un solo dígito. "Solo tendrá efecto si lo hacemos de forma concentrada", con proyectos de miles de millones de euros, dijo.

Paetzel hizo hincapié en que este cambio tiene que suceder lo antes posible. "En las ciudades del interior pueden hacen diez grados más en pleno verano que en las áreas circundantes. Y en el futuro tendremos discusiones sobre las muertes por calor", advierte.

Los colores de la iniciativa son el verde (por la vegetación) y el azul (por el agua). Según Paetzel, cientos o incluso miles de tejados, fachadas, bordes de caminos y zonas peatonales deben ser reverdecidos.

El financiamiento de estos proyectos procede en un 60 por ciento del gobierno regional y en un cuatro por ciento de la Junta del Agua, a la que contribuyen no solo los municipios sino también el sector de la industria y la minería.

Actualmente, las distintas ciudades están identificando barrios en donde la protección climática es particularmente urgente y ya han presentado proyectos individuales. Luego se procederá a la planificación y a la licitación.

"A partir de 2024, se acelerará el trabajo de construcción. Y si hasta 2027 no hemos implementado un número de proyectos de cuatro a cinco dígitos, no hicimos correctamente nuestro trabajo", destaca Paetzel.

La cooperativa está tratando de acelerar las cosas mediante una licitación conjunta de paquetes de proyectos. Actualmente se está hablando por ejemplo con los directores de las tiendas de descuento en el área del Ruhr, cuyos locales ocupan pabellones casi idénticos.

Las inmobiliarias también están haciendo muchas consultas sobre tejados "verdes" y sistemas fotovoltaicos. Los proyectos privados se subvencionan hasta el 80 por ciento.

Entretanto, ya se pueden ver los primeros éxitos del proyecto climático sobre los 3.000 metros cuadrados de tejado de la enorme planta de incineración de residuos de Oberhausen. Según la portavoz de la planta, Julia Kremser, el verano pasado brotó allí un manto de flores y este se llenó de abejas.